viernes, septiembre 01, 2006

Canarito, el Parra que nos faltaba

Redescubierto por un grupo de jóvenes músicos y actores, hace su aparición don Oscar Parra Sandoval, el tony “Canarito”: ni más ni menos que el hermano menor de Violeta, Nicanor, Roberto y Eduardo Parra. Con más de cincuenta años de carrera circense y musical, Oscarito es, en propiedad, el Parra que nos faltaba. Y se viene “con cuática”. Su figura será el centro de un espectáculo musical llamado “Parrayaso”, que a principios de septiembre se estrenará en Santiago.

"Soy Oscar Parra el cantor / hermano de la Violeta, / de Roberto el gran chucheta / de Lautaro y Nicanor. / Y soy hijo del amor, / primo cercano de un vaso, / y hoy con mi banda un abrazo, / de cuecas y fantasías, / en un jarro de alegrías / les presento el Parrayaso".




El proyecto Parrayaso nace del encuentro fortuito entre Daniel Toledo, (músico y productor), con el menor del clan Parra, don Oscar Parra Sandoval. El “Tony Canarito”, Oscarito, como le decimos en confianza, es el eslabón perdido de la ya eterna familia Parra. Hermano menor del famoso clan artístico, es depositario de una tradición rica pero marginal: la del artista circense, que combina humor, folklore y espectáculo en vivo. Parrayaso nace entonces con gente joven, músicos y actores, que retoman junto a Oscarito lo mejor de su especialidad: la cueca payasa, pero esta vez con instrumentación y textura de banda de rock. En el escenario, el papel de Canarito lo hace Flavio Pinto, actor y director escénico del evento. Una combinación que busca darle una nueva lectura a la música más tradicional de nuestro país. Parrayaso es, claro, el Payaso Parra, sus cuecas y su vida. Parrayaso es también, los jóvenes que lo acompañan en este empeño, los llamados “Payasos Cyberpunk” de Canarito, armando un espectáculo a puro pulso, sin apoyo oficial ni auspicio, armados de pura fe. Parrayaso es la visión del circo al cual todos alguna vez fuimos como espectadores. En este sentido, el espíritu punk pasa por la urgencia del “hágalo usted mismo”, y no esperar a que hayan condiciones “objetivas”, sino que hay que ser capaces de generar los hechos. La iniciativa es de largo plazo, ya que no sólo incluye la parte musical. Estamos registrando todas las conversaciones con Oscarito para, a principios de 2007, lanzar su biografía, bajo el sello RiL editores. Además, el joven cortometrajista Pablo Lecaros se sumó a este empeño, con el fin de hacer un registro audiovisual de la vida de Canarito. En definitiva, se nos viene otro Parra, y esta llegada es con todo.
Quien firma esta nota tuvo el honor de ser invitado a ser parte del Parrayaso, para escribir junto con Oscarito su biografía. Se busca así dar una visión de un Chile que se va desvaneciendo. Por eso, este texto no es una entrevista más. Es la suma de meses de encuentros afortunados, conversaciones sentidas, guitarreos caseros, cafecitos y un montón de abrazos y cariño.
Si se le pregunta a don Oscar qué espera del proyecto “Parrayaso”, la respuesta brota rápida: “¡Plata!”. Y más allá de la risa y la brutal sinceridad, la sola palabra habla de la subsistencia en esta sociedad mercantil. El famoso pago de Chile también pasa por el escaso reconocimiento a los artistas. Y es de imaginarse que la jubilación de un payaso no es de las mejores. Es un mal chiste.
“Lo otro que busco”, me dice Oscarito, “es que se me reconozca como un Parra más, como parte de esta familia tan importante”. Y eso es demasiado cierto. Nuestro “Canarito” tiene méritos de sobra para inscribir su nombre en esa marca registrada de la chilenidad que es su familia.
¿Y por qué este Parra Sandoval legítimo no aparece en el registro grande de la herencia cultural de la familia? Don Oscar nos cuenta: “Yo soy el menor de la familia y, por problemas económicos, me críe con una tía y unos primos, mientras mis hermanos mayores se buscaron la vida por su cuenta”.
“Más tarde, cuando ya era adulto, y habiendo trabajado en distintos oficios, mi hermana Marta me ofreció trabajar en un circo que tenía en los años cincuenta. Era el “Circo Popular. Allí empecé cantando cuecas, vestido de huaso, y apoyando en la parte seria a los tonys, como Señor Corales. Un día, uno de los payasos estaba tan borracho que no pudo salir a actuar, así que me mandaron a reemplazarlo. Fue como tirarme a los leones: el público estaba lleno de jóvenes universitarios, que lo único que querían era joderle la actuación a uno. En la primera salida, me comieron vivo. Además, con los nervios, me salió todo mal. Pero me dije ‘estos no me la van a ganar’, y a la segunda salida, aparecí con mi guitarra. Comencé a cantar y a hacerles unas coplas improvisadas, riéndome de ellos. Allí me los eché al bolsillo. Al final, ¡no querían que me fuera!”
Así nació a la vida el Tony Canarito. ¿Y por qué ese nombre? “Lo elegí porque todos los canarios cantan. Y como yo era un payaso cantor...”
Cincuenta años en más de cien circos supieron del arte de Canarito. Su show fue único: payaso musical, combinando el humor clásico del tony chileno con su inspirada chacota guitarrera, a punta de cueca, ranchera, tango o bolero. No había ni hay actualmente ningún artista circense que combine ambas cosas. Este solo hecho convierte al Tony Canarito en un “patrimonio viviente”.
Él nos cuenta: “Cuando ya llevaba varios años en el circo, un día se me acercó la Violeta y me dijo ‘Oscar, tú que conoces el circo por dentro y por fuera, ¿por qué no haces unas cuecas basadas en eso?” Así nacieron las “Cuecas del Señor Corales”, disco grabado con el sello Odeón en 1967, junto a sus hermanos Lautaro, Eduardo e Hilda y que es la base de lo que se presentará en el espectáculo que se prepara. El rescate y digitalización de este disco, originalmente en vinilo, es el primer logro tangible del Parrayaso.
Lo de Oscar Parra es un torrente de historias, anécdotas y emociones, que no caben en el espacio de una entrevista o un reportaje. Por eso estamos en el empeño de hacer más cosas con él y para él. Son décadas recorriendo los caminos de Chile, Argentina, Perú, Bolivia, Venezuela. De pueblo en pueblo, él fue parte de una delegación que llevaba alegría para todos.
El proyecto Parrayaso busca poner el foco en un gran y desconocido cultor de la cueca urbana, como es Oscar Parra Sandoval. Si alguna vez fue el turno de Roberto Parra con “La Negra Ester” y su colaboración con Los Tres; si luego le tocó a Eduardo Parra, entre cuecas y foxtrot, ahora se nos viene el tiempo de Canarito y sus payasos cyberpunk. Están avisados.


Ficha del Parrayaso:
Flavio Pinto: Voz y payaseo principal; Sebastián Novoa: dirección musical, guitarra eléctrica; Eduardo Jiménez: guitarra acústica; Francisco Valdés: bajo; Patricio Alarcón: chinchín y artefactos varios; Cristián Alfaro: coro y payaso; Patricio Valderrama: coro y payaso.