martes, agosto 23, 2005

Una noticia que eleva el espíritu

Por ahí se dice que la mejor forma de enfrentar las crisis es tomarlas como oportunidades. Algo así es lo que sucede entre una página web porno y tropas norteamericanas que combaten en Irak.

Como buena parte de estos portales eróticos, este sitio tiene áreas de libre acceso para promoción y otras páginas con contenido más explícito a las que sólo se puede acceder pagando. Pero, y allí está la novedad, los administradores hacen la siguiente oferta: “"si usted es soldado americano en Iraq, Afganistán, u otro teatro de guerra y desea obtener acceso libre al sitio, puede publicar fotografías que usted y sus compañeros han hecho durante su servicio".

Fácil y gratuito, para el relajo de los estresados guerreros del norte que combaten por la libertad en las llanuras iraquíes.

El sitio web de la oferta ya cuenta con dos secciones donde los soldados gringos publican sus joyitas en fotografía y video. En una de ellas se publican tomas de las tropas, así como algo de “humor de guerra”. La otra, con una advertencia acerca de la crudeza de las imágenes, muestra sin pudor una galería del horror de la guerra, con un largo etcétera de mutilaciones, cuerpos quemados y partes de restos humanos. Niños, mujeres y hombres destrozados, seguramente anotados como “daños colaterales” componen esta muestra del “american way of life”. Todo ello decorado con comentarios de sana jovialidad, terrorífica y patriotera.

Cuentan los que han visitado el sitio porno, que el llamado ha sido un éxito. Los soldados imperiales se aplican en su tarea para colaborar con el portal y obtener acceso ilimitado al contenido más duro.

Después de esto, quedan unas ganas de cantar una canción del estilo que se usan en las campañas humanitarias mediáticas: “we are the world”, o algo así, con hartas barras y estrellas para siempre.

No tenemos referencias sobre la cantidad de visitas que reciben.

Tengo por ahí el link del sitio en cuestión, pero me niego a darlo. Ni siquiera lo he visitado. Con saber que existe, me basta y me sobra para sentir que mi espíritu se eleva a las alturas inmensas de la grandeza humana.