jueves, mayo 18, 2006

Tiempo de jóvenes

Es tiempo de jóvenes. Es mayo entonces, y es tiempo de jóvenes y el aire huele a lacrimógena y las noticias están llenas de un tumulto azul con adjetivos como “vándalos” y “encapuchados”. Mano dura piden voces, pida usted, señor Don Cuarentón desmemoriado, que se olvida de su propia adolescencia en paro y en protesta contra el poder de otro tiempo. Pida usted, señor, la represión más democrática.

Ojo, mucho ojo en todo caso: nuestras niñas bellas, nuestra juventud, esa muchedumbre azul, revolución pingüina, será gaseada, empapada, apaleada y encerrada. Pero, quizás no importe demasiado, es sólo fuerza disuasiva, todo se hace con mucho respeto.



Mayo es tiempo de jóvenes muertos, los que salían marchando hacia un infierno blanco para servir a la patria y hacerse hombres, comenzaron hace un año su viaje de regreso en bolsas plásticas y ataúdes.

Pero ahora es otro año. Disfrutemos las alegres imágenes de la oficialidad del regimiento, emborrachándose en rituales de soldado ocioso por falta de guerras verdaderas. A su salud, a su salud mental.

El dolor sigue allí, instalado en la mesa de las madres sin sus hijos. Mientras, en mis oídos se repite un verso que cantó Fulano en los lejanos ochentas: “pago por ver un par de oficiales dignos”.

Mayo, ¿tiempo de jóvenes? ¿O todo tiempo es? ¿Ninguno? Lo pienso y recuerdo el asesinato de Ronal Wood, del que en estos días se cumplen veinte años, en el puente Loreto. En esos tiempos, tan distintos, la protesta juvenil era criminalizada y presentada como un mero caos, dirigido por infiltrados de no sé donde. Por supuesto que no era así. En esas multitudes se movilizaban futuros diputados y diputadas, ministros varios, funcionarios en ciernes y asesores potenciales. ¿Será lo mismo ahora, o el tiempo de jóvenes con un futuro funcionario ya pasó? ¿Sólo les queda la fugaz celebridad de las noticias y, luego, los avisos económicos de El Mercurio, atender en algún supermercado, luego lo de siempre, rutina y dispersión?

Mayo aún no acaba. Recuerden a los soldaditos de Antuco. Recuerden a Ronald Wood. Recuerden que a esta hora, en una de esas, las Fuerzas Especiales están mojando a tus hijos por no pedir permiso para marchar.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Super color scheme, I like it! Keep up the good work. Thanks for sharing this wonderful site with us.
»

5:43 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home